Mecanismos de protección solar en montaña

AristaSur 1 Agosto 2016
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Nieve y radiación solar
Sección Seguridad

En alta montaña la exposición a las radiaciones solares es más elevada que en medios cotidianos debido a la altitud y a otras variables, y sus consecuencias se multiplican en terrenos nevados debido al efecto espejo del hielo y la nieve. Añadiendo, además, la gran cantidad de horas que pasamos bajo los rayos solares mientras realizamos nuestra actividad en la montaña (aunque no sea alta montaña), es muy importante conocer los diversos mecanismos que tenemos para protegernos de sus efectos adversos.

 

Mecanismos de protección fisiológicos

Nuestro cuerpo tiene su propio mecanismo de defensa ante los rayos solares, se trata de la melanina, una sustancia generada en la piel y que se encarga de absorber la radiación solar. Su producción se estimula con la exposición solar, determinando el grado de bronceado de la piel. Existen 6 tipos de piel en función de la respuesta que genera ésta a los rayos solares. Los fototipos del I al IV van desde personas que siempre se queman y no se broncean, hasta personas que nunca se queman y siempre se broncean, respectivamente. Los fototipos V y VI están reservados a pieles de etnias pigmentadas y negras, respectivamente.

Fototipos

Imagen de MG Maxilofacial

La exposición gradual y continua al sol es la que nos permitirá, poco a poco, broncearnos, con el fin de que nuestra propia piel actúe como agente protector ante los peligros del sol. No obstante, no todas las personas, dependiendo del fototipo de piel que posean, podrán hacer uso de esa protección. En este artículo podéis leer más acerca de ello.

Otro método sería evitar la exposición durante las horas de mayor intensidad de radiación, esto es, aproximadamente entre las doce de la mañana y las cuatro de la tarde, aunque no suele ser factible con la programación horaria de nuestra actividad.

 

Mecanismos de protección artificiales

A pesar de todo, los mecanismos fisiológicos no son suficientes en la mayoría de ocasiones, por lo que necesitaremos protección artificial para protegernos de los efectos nocivos del sol. En este apartado encontramos dos mecanismos diferentes:

  1. Mecanismos artificiales pasivos como la ropa que llevamos puesta, sombreros/gorros y gafas de sol.
  2. Mecanismos artificiales activos como cremas solares corporales y cremas solares labiales.