Cómo mantener los bastones de trekking

AristaSur 15 Junio 2020
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Cómo mantener los bastones de trekking
Sección Material

El mantenimiento de los bastones de trekking es muy sencillo de realizar, pero es uno de los grandes olvidados cuando nos toca recoger el material después de nuestra actividad.

Ya sea por pereza o por desconocimiento, en ocasiones guardamos los bastones directamente en la mochila o en el coche si no les apreciamos mucha suciedad, siendo este un gran error. La humedad (agua o nieve) y el polvo (también barro al mezclarse con agua) pueden hacer grandes estropicios en ellos. El agua que dejemos secar en el interior de los bastones puede dañar sus partes metálicas oxidándolas. El polvo se puede quedar en el interior de sus tramos, si es plegable, haciendo que puedan quedarse atorados. Este último caso nos ha pasado a nosotros, después de una caminata por un sendero muy polvoriento y dejar el bastón durante unos días sin limpiar, tuvimos la mala suerte de que uno de sus tramos se quedó atorado y no se plegaba ni se desplegabla.

Qué debemos hacer al terminar la actividad:

  • Extender completamente los tramos del bastón y dejar que se seque.
  • Eliminar el barro y el polvo de una manera general antes de plegarlos.
  • Esto no siempre es posible, por terminar con prisas, por montarnos en un coche y tener que plegarlos, etc; pero algo siempre es mejor que nada.

Qué debemos hacer antes de almacenar nuestros bastones hasta la próxima actividad.

- Limpieza:

  • Extender todos los tramos del bastón por completo, incluso desmontarlos si es posible, según su sistema de fijación.
  • Si no es posible desmontar los tramos, podemos abrirlos y cerrarlos rápidamente para que se expulse el polvo que se haya podido quedar en su interior.
  • Limpiar con un paño húmedo los tramos, la empuñadura, la dragonerala punta y la roseta para eliminar todos los restos de agua y polvo.
  • Dejar secar los tramos y el resto de elementos completamente antes de volver a montarlos y plegarlos.

- Revisión:

  • Revisar las fijaciones de los tramos para comprobar que agarran fuertemente.
  • Revisar el estado de la empuñadura y la dragonera.
  • Revisar la punta para que no se haya dañado.
  • Revisar el estado de la roseta y su fijación por si hay que sustituirla.

Como hemos visto, no tiene grandes secretos, pero debemos acostumbrarnos a hacerlo siempre después de su uso.