Cómo ajustar tu casco de montaña

AristaSur 5 Abril 2021
3min
0
escalador con casco
Sección Seguridad

La caída de piedras, los golpes contra rocas, hielo o salientes de piedra... son accidentes muy serios que ponen en riesgo la vida de cualquier montañero, tanto experimentado como principiante. Por eso, el uso del casco es fundamental en cualquier actividad de montaña. Pero para que este cumpla correctamente su función de protección, debemos saber ajustarlo bien antes de iniciar nuestra actividad. Regular bien el casco es una prioridad, porque un casco mal ajustado, no sirve para nada.

El primer paso consiste en aflojar el ajuste del contorno posterior de la cabeza, tal y como vemos en la siguiente imagen. Este ajuste suele consistir en un sistema de dos tiradores o hebillas (como el de la imagen) o en una rueda. En función de la dirección en la que tiremos o giremos la rueda, este ajuste se aflojará o apretará.

Con dicho ajuste aflojado, el segundo paso consiste en colocar el casco en la cabeza y apretar el contorno posterior hasta que el casco quede bien fijado, centrado y nivelado. Es importante comprobar que el casco no quede torcido o inclinado hacia un lado, hacia adelante o hacia atrás.

A continuación debemos ajustar las cintas laterales. Esto es mejor hacerlo antes de iniciar la actividad, ya que ajustar esta hebilla requiere cierta paciencia y pericia, por lo que es mejor hacerlo en una situación cómoda, sin prisa y sin guantes que nos dificulten su manipulación. El objetivo, como vemos en la siguiente imagen, es que la hebilla quede bien colocada para que no haya cinta floja ni delante ni atrás. Es decir, ambas cintas deben quedar igual de tensas, ya que de otro modo el casco se movería hacia adelante o hacia atrás en nuestra cabeza. Igualmente, la oreja debe quedar entre ambas cintas.

El último paso consiste en cerrar la hebilla del mentón, que igualmente debemos ajustar hasta que el casco esté bien sujeto y firme en la cabeza. Un truco consiste en ajustar la cinta hasta que podamos pasar un dedo entre ella y nuestra barbilla. De este modo el caso estaría bien ajustado, permitiéndonos a la mover la cabeza, algo tan importante en actividades como la escalada o el alpinismo en las que debemos mirar constantemente hacia arriba o abajo en paredes y corredores.

Aunque esta cinta es la que suele generar más incomodidad cuando usamos casco, no debemos caer en la tentación de aflojarla, ya que el casco bailaría sobre nuestra cabeza y no nos protegería correctamente en caso de accidente.

Para finalizar, es conveniente realizar algunos tirones del casco hacia todos los lados para comprobar que está bien firme y que no se mueve. Igualmente, realizaremos movimientos y giros de cabeza hacia todos los lados para comprobar que las cintas no nos aprietan ni ahogan en ninguna posición.

Imágenes extraídas de petzl.com