Cómo elegir tu aislante, colchoneta o esterilla para montaña

AristaSur 3 Enero 2021
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dormir en montaña
Sección Material

En rutas de varios días, acumular noches sin descanso implica un mayor cansancio y riesgo de sufrir accidentes. Por ello, elegir un buen equipamiento es fundamental para nuestra seguridad y rendimiento, ya que influye en la comodidad de nuestro descanso y en el mantenimiento de la temperatura corporal durante la noche. El material necesario para ello será un saco de dormir para protegernos del frío y un colchonetasº para separarnos del suelo. En este artículo analizaremos cómo elegir una colchoneta adecuada a nuestra actividad.

 

Funciones de una colchoneta

Las colchonetas, también denominadas aislantes o esterillas, cumplen dos funciones principales:

  • La primera de ellas es proporcionar comodidad, pues el acolchamiento que aportan es fundamental para lograr un mejor descanso.
  • La segunda, más importante aún, es aislar del frío y la humedad del suelo. No contar con un buen aislamiento disminuye severamente las prestaciones de nuestro saco de dormir, afectando a nuestra temperatura y confort.

 

Características de una colchoneta

Vamos a comenzar definiendo una serie de características generales a todas las colchonetas antes de pasar a definir los diferentes tipos que existen.

 

Peso

El peso de la colchoneta (medido en gramos) es importante de conocer sobre todo si vamos a tener que cargar con la colchoneta en nuestra mochila durante la actividad. En el caso de que no seamos nosotros quien carguemos con dicho material, esta característica puede que nos importe menos.

 

Talla o dimensiones

Todos los aislantes tienen tallas y su elección no solo es cuestión de estatura, pues la talla influye en el peso y tamaño de la colchoneta. Elegir un aislante corto (de medio cuerpo) o de talla pequeña hará que sea más ligero y ocupe menos. Como contrapartida, parte de nuestro cuerpo estará fuera de la colchoneta, pero podemos usar la mochila para apoyar la parte baja de las piernas o los pies.

 

Dimensiones plegada

Las dimensiones de la colchoneta una vez que se pliega es otra característica importante, sobre todo si, como hemos dicho anteriormente, vamos a tener que cargar con la colchoneta en nuestra mochila en nuestra actividad. Tendremos que amarrar correctamente la colchoneta en el exterior de la mochila para que quede lo más fija posible y no nos moleste.

 

Forma

También encontraremos colchonetas con dos formas principales. Las rectangulares o las de tipo momia. En estas últimas la parte de la cabeza y pies se estrecha, mientras que la de los hombros se ensancha. De este modo no se resta ninguna prestación en cuanto a la adaptación corporal, si bien se consigue reducir un poco el peso al usarse menos materiales.

Colchoneta rectangular a la izquierda; de tipo momia a la derecha.

 

Capacidad aislante: valor R

Uno de las características más importante que debes considerar al elegir una colchoneta es su valor R, este indica la capacidad aislante para resistir a la circulación de calor, es decir, la resistencia térmica. A mayor valor R, mayor capacidad aislante.

Un valor R entre 1 y 2 sería recomendable para situaciones poco frías como las estivales. A partir de 4 o 5 podría ser suficiente para situaciones invernales. Todo esto, lógicamente, depende de la zona y condiciones meteorológicas.

Por contrapartida, para lograr un mayor valor R, se necesita mayor densidad y espesor de los materiales y, lógicamente, esto se traduce en un mayor peso de la colchoneta. Por ejemplo, una cómoda colchoneta de camping puede alcanzar hasta un valor R de 15; sin embargo, puede llegar a pesar hasta 4 kilogramos, lo que hace inviable su transporte en la mochila.

 

Tipos de colchonetas

Podremos escoger entre 3 tipos diferentes de colchonetas: de espuma o foam, hinchables y autohinchables.

 

De espuma o foam

Son las colchonetas más clásicas, sencillas y duraderas. Están fabricadas de espuma, foam o EVA y se construyen con celdas cerradas (en contraposición con celdas abiertas, como la gomaespuma de los colchones; lógicamente no recomendadas para dormir en montaña porque no retienen el aire y absorben la humedad). En las esterillas de celdas cerradas el aire queda atrapado, lo que hace que se acumule mejor el calor y que no absorban humedad. 

Con el tiempo sus prestaciones han evolucionado hasta conseguir una mayor capacidad aislante y de acolchado, con el mínimo peso, gracias al diseño de estas estructuras de celdas. Las encontraréis con distintos diseños: rectángulos con relieves, ondas, canales o "hueveras". La función de estos dibujos o relieves es atrapar mejor el aire caliente que hay entre el cuerpo y la colchoneta, logrando así un mejor mantenimiento de la temperatura.

Aislante de espuma, foam o EVA

Las ventajas de este tipo de colchonetas es que son muy baratas, duraderas, y resistentes a la abrasión y rozaduras. También son muy ligeras y flexibles, y por su forma de guardado nos sirven para sentarnos rápidamente en paradas o descansos breves en nuestra ruta. A pesar de su mayor tamaño al enrollarse, pueden llevarse fácilmente fuera de la mochila. De hecho, muchas mochilas de montaña vienen preparadas con cintas elásticas exteriores (generalmente en la seta o parte superior) para sujetar este tipo de colchonetas.

El principal inconveniente de las colchonetas de espuma es que generalmente poseen un valor R más bajo, aunque esto depende del grosor. Una esterilla de espuma o foam gruesa conseguirá ofrecer una mejor capacidad aislante y una mejor adaptación (comodidad) a las irregularidades del terreno. Sin embargo, su volumen y peso también serán mayores. Una esterilla fina, sin embargo, será más ligera y menos voluminosa, pero ofrecerá menor aislamiento de la humedad.

 

Hinchables

Las colchonetas hinchables recuerdan a las colchonetas de playa, pues cuentan con un interior hueco que se llena de aire. Sin embargo, sus prestaciones, diseño y calidades son muy superiores. El interior está formado por un complejo diseño de paredes o tabiques, y puede estar relleno de fibra o pluma, lo que hace que puedan alcanzar valores R de hasta 5 o 6. Igualmente, el exterior está diseñado con distintos tipos de relieves o dibujos que permiten atrapar el calor entre el cuerpo y la colchoneta.

El material externo es importante para evitar ruidos molestos al movernos, e incluso que sea un material antideslizante que no nos haga amanecer fuera de la colchenta.

Es importante que dispongan de una buena válvula de inflado que incluya un mecanismo de bloqueo para facilitar su llenado y evitar pérdidas de aire.

Aislante hinchable

Las ventajas de las colchonetas hinchables es que son muy cómodas y, a mayor grosor, mayor comodidad y capacidad aislante; pero también mayor peso. No obstante, el uso de materiales nuevos ha rebajado considerablemente su peso (en torno a 400-800 gramos, aunque esta cifra varía mucho en función de los modelos), lo que lo convierte en una opción muy buena por ser muy ligeras y compactables.

Su principal inconveniente es que son muy delicadas, pues al estar en contacto con el suelo, aumenta considerablemente la probabilidad de sufrir un pinchazo. Y, aunque suelen venir con parches y pegamentos de reparación, no siempre es agradable ponerse a reparar una colchoneta en mitad de la noche o tras una intensa caminata. Otro de los inconvenientes es que tienen un precio más elevado.

 

Autohinchables

Son una mezcla entre las colchonetas de espuma y las colchonetas hinchables, combinando las mejores prestaciones de ambos modelos. Su interior está compuesto por celdas o cámaras de espuma con huecos que se llenan de aire. Su funcionamiento es similar al de un fuelle. Gracias a la capacidad de recuperación de la espuma cuando se desenrolla la colchoneta, la estructura de celdas recupera su forma y las celdas o huecos succionan automáticamente el aire a través de una válvula, aunque a veces conviene ayudar y soplar un poco. Al guardarla y doblarla, la estructura se comprime, se expulsa el aire y se eliminan dichos huecos. 

El material externo es importante para evitar ruidos molestos al movernos, e incluso que sea un material antideslizante que no nos haga amanecer fuera de la colchenta.

Es importante igualmente que dispongan de una buena válvula de inflado que incluya un mecanismo de bloqueo para facilitar su inflado final y evitar pérdidas de aire, y sobre todo su autohinchado mientras la estamos transportando en la mochila.

Aislante autohinchable

Por tanto, entre sus ventajas destacamos la alta capacidad aislante. Son más consistentes que las colchonetas hinchables, y junto a la estructura de celdas interna hace que tengan un mejor acolchado y que resulten más cómodas. También son muy compactas al guardarse.

A medio camino entre ventaja e inconveniente, es que la estructura de espuma y recubrimiento exterior hace que sean más resistentes a pinchazos que las hinchables. Pero la posibilidad de pinchazo sigue existiendo, por lo que tampoco conviene usarlas en contacto directo con el suelo. En el terreno de la durabilidad y resistencia, nada como las de espuma o foam.

El principal inconveniente, por su diseño y construcción, es que tienen más peso y menor durabilidad.

 

En resumen...

Encontrar el equilibrio entre aislamiento, peso y comodidad es fundamental y una tarea complicada ante la variedad de modelos existentes en el mercado. Así que para responder a la pregunta de qué aislante es mejor, primero tenemos que responder a la pregunta de qué uso le vamos a dar y qué factor vamos a primar: peso, comodidad o capacidad aislante.

No es lo mismo una colchoneta para camping que otra para un viaje en bici o una ruta de alpinismo. En función de esto podremos optar por un modelo más delicado pero más cómodo, o más duradero pero menos confortable.

También, la comodidad es una variable muy subjetiva y que depende de circunstancias personales; cada persona duerme de una forma diferente. En función de esto podremos escoger un aislante más o menos corto, e incluso más o menos grueso. Si solemos dormir boca arriba, habrá mayor superficie de apoyo sobre el suelo y el peso del cuerpo se repartirá entre más partes. En estos casos podrías arreglarte con una colchoneta más fina. Si dormimos de lado, el peso del cuerpo se repartirá entre una superficie de apoyo menor, soportando esta una mayor presión y, por tanto, convendría una colchoneta más gruesa. Recordemos que, aunque seamos capaces de soportar piedrecillas y ramitas bajo nuestra espalda, no conviene elegir una colchoneta demasiado fina por su baja capacidad aislante. Aunque, de nuevo, esto último dependerá de las condiciones bajo las que lo usemos.

¿Por qué tipo te decantas?