A la hora de realizar fotografías en la naturaleza no solo deberás conocer el manejo de la luz, sino también algunas reglas básicas de composición fotográfica. En este artículo te hablamos de una de las reglas más conocidas y que primero aprenden los aficionados: la regla de los tercios. Esta regla consiste en dividir la escena en 9 cuadrantes trazando 2 líneas imaginarias horizontales y verticales equidistantes como podemos apreciar en la siguiente imagen:
Líneas imaginarias que dividen la escena siguiendo la regla de los tercios
Esta regla es tan conocida que, si navegas por la configuración de la cámara de tu móvil, es muy probable que encuentres una opción que te dibuja sobre la pantalla estas líneas para facilitarte la composición. Podemos verlo en la siguiente imagen de ejemplo:
Líneas de la regla de los tercios en la pantalla del móvil
La idea principal consiste en situar los elementos más fuertes de la escena sobre alguna de estas líneas o sobre las intersecciones de las mismas. Podemos definir estos puntos como los "puntos calientes" de la composición. A continuación vemos un claro ejemplo en el que se coloca el centro de interés -el montañero- en una de las intersecciones de estas líneas:
En esta imagen se sitúa al montañero en la intersección inferior derecha de la composición
Como apunte adicional al ejemplo anterior, fíjate cómo el montañero, situado en la parte derecha de la imagen, mira ligeramente hacia la izquierda, "ocupando" su línea de visión la mayor parte de la escena. Imagínate situar al mismo montañero, mirando hacia la izquierda, en la línea vertical izquierda: su mirada "apuntaría" hacia fuera de la imagen, rompiendo por completo la composición. Se trata de otra regla distinta a la de los tercios, pero que sabiéndolas combinar, te permitirán sacar el máximo partido a la escena.
Por otro lado, podemos usar al completo las líneas verticales u horizontales -y no solo las intersecciones- para situar sobre ellas los elementos principales de la escena. A continuación vemos un ejemplo en el que se coloca el horizonte de la escena sobre la línea horizontal superior, situando el cielo en el tercio superior y la hierba en los dos tercios inferiores.
En esta imagen se sitúa el horizonte sobre la línea superior de la composición
Por último, podemos colocar elementos fuertes de la escena tanto en las líneas como en las intersecciones, sacando el máximo partido a la regla de los tercios. En el siguiente ejemplo vemos cómo se sitúa el horizonte sobre la línea inferior de la escena (tercio inferior para la hierba y dos tercios superiores para el cielo) y el árbol sobre la intersección inferior derecha de la misma:
En esta imagen se sitúa el horizonte y el árbol sobre los puntos fuertes de la composición
Para terminar, no debemos olvidar que las reglas están para romperlas y que, por tanto, no se tratan de reglas o dogmas propiamente dichos. Existen casos en los cuales podemos ignorarlas para lograr imágenes más impactantes. La clave está en conocer y dominar las reglas para saber cuándo poder transgredirlas y romperlas. En esta última fotografía vemos un ejemplo en el que se rompe la regla de los tercios a favor del equilibrio de la composición y la direccionalidad del elemento principal de la misma: el todoterreno que, situado en el centro de la imagen junto al horizonte, se alcanza siguiendo el camino que nace desde la misma perspectiva del fotógrafo.
En esta imagen la regla de los tercios se rompe a favor del equilibrio de la composición de la escena
Composición fotográfica: la regla de los tercios en naturaleza escrito por AristaSur está protegido por una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional