Cómo elegir los crampones

22 Enero 2012
12min
6
Crampones automáticos
Sección Material

Los crampones son dispositivos metálicos terminados en punta que se colocan en la suela de nuestros zapatos para mejorar la adherencia de los mismos en terrenos nevados o helados. Son, por tanto, un elemento imprescindible en la práctica del montañismo y del alpinismo, ya sea en una escalada invernal, o en un trekking por una montaña de media altura muy sombría en la que haya que atravesar neveros helados en el camino.

Es por eso que en este artículo queremos desmenuzar el crampón para analizar cada una de sus partes, y que nosotros mismos seamos autosuficientes a la hora de elegir los crampones que mejor se adecuan a la actividad que vayamos a realizar. Estas partes serían:

  • Las puntas.
  • El esqueleto.
  • La fijación.
  • Los antibots.
  • Los materiales.

Al que le interese, puede comenzar leyendo un interesante artículo sobre la historia del crampón, para comprobar cómo ha ido evolucionando desde sus inicios hasta los crampones que conocemos actualmente.

 

Las puntas del crampón

Las puntas son el elemento más importante a la hora de elegir nuestros crampones, a mayor número de puntas, mayor agarre y estabilidad, y a la vez, mayor peso. Aunque su número marcará si es más propicio para una u otra actividad:

  • 6 / 8 puntas: Para senderismo con cruce de neveros ocasionales.
  • 10 puntas: Para travesía, para trekking poco técnico o de poca pendiente o para calzado pequeño.
  • 11 / 12 puntas: Para los diferentes grados de alpinismo, escalada en hielo o Dry-Tooling.

Todas las puntas son más o menos perpendiculares a la suela de la bota, a excepción de las delanteras. Vamos a comentar la utilidad y las características de cada una de ellas.

Puntas del cramón (Black Diamond Sabretooth Clip)

Puntas del crampón (Black Diamond Sabretooth Clip)

Las puntas delanteras (1), que pueden ser una o dos, permiten fijarnos de cara a la pendiente. Si ésta tiene muy poco desnivel, las puntas pueden estar algo más inclinadas hacia el suelo, pero si la pendiente tiene un gran desnivel, necesitaremos que las puntas estén casi paralelas a las suelas de las botas, para clavarlas más fácilmente y no doblarlas o partirlas al patear la nieve o el hielo. Aunque nunca serán completamente paralelas, ya que el metal se fatigaría en exceso.

La longitud de las puntas delanteras también es influyente. Una mayor longitud nos permite atravesar la nieve o hielo blando para alcanzar mayor profundidad y agarre, mientras que una menor longitud nos requerirá menor esfuerzo a la hora de clavarlas en hielo más duro, así como mantenernos más pegados a la pared.

Existen tres tipos de puntas delanteras, y cada una de ellas se va a utilizar en un tipo de actividad u otra:

  • Puntas planas: Al tener una superficie más ancha, las hace mejores para nieve blanda y terrenos polivalentes. En nieve dura o hielo será más difícil clavarlas y conseguir que no se salgan. Por tanto se utilizan en travesías o trekkings.
  • Puntas en sierra: Son opuestas a las planas, una pequeña superficie y terminadas en forma dentada en su parte inferior para clavarse más fácilmente en la nieve o hielo duro de una manera perpendicular. Pueden presentarse en monopunta y desmontables. Por tanto se utilizan en escalada en hielo o Dry-Tooling.
  • Puntas en T: Son un híbrido entre las dos anteriores. En la punta la superfice es estrecha con forma de sierra, y según se van acercando al esqueleto del crampón, la superficie se va ensanchando. Por lo tanto, no se comportarán al 100% en ninguna de las situaciones anteriores.

Puntas delanteras en crampones

Puntas delanteras: planas, en sierra y en T

Las puntas posteriores (2) son verticales, aunque algo orientadas hacia delante, para ayudar en su función a las puntas delanteras: permitir mantener la estabilidad en la pendiente.

Las puntas laterales (3 y 4) proporcionan estabilidad y agarre en las travesías laterales.

Las puntas traseras (5 y 6) nos aseguran en la bajada, permitiendo que se apoye completamente el talón del pie en la nieve y que no nos deslicemos hacia abajo. Algunas de ellas son completamente perpendiculares a las botas para conseguir esa función.

 

El esqueleto del crampón

Nos podemos encontrar tres grandes grupos de crampones según esté construido su esqueleto general.

  • Crampones flexibles o articulados

Están construidos en dos partes unidas por una articulación o barra ajustable, que nos permitirá ajustar el tamaño del crampón al de casi cualquier bota. Además, esta barra siempre permitirá algo de flexión entre las dos partes del crampón, lo que hará que se adapte mejor a la flexión natural del pie al caminar.

La barra ajustable la podemos encontrar realizada con material más rígido para utilizar este tipo de crampones en actividades más exigentes como alpinismo y escalada en hielo.

La barra ajustable se puede fijar a una u otra distancia mediante una o dos filas de perforaciones con topes o mediante tornillos. La primera nos permite modificar su longitud de una manera más cómoda, pero la segunda proporciona más estabilidad en la fijación de las partes.

Crampones flexibles (Petz Sarken Sidelock)

Crampones flexibles (Petz Sarken Sidelock)

Crampones flexibles con topesCrampones flexibles con tornillo

Ajuste en los crampones flexibles: topes y tornillos

  • Crampones rígidos o en caja

Están construidos en una sola pieza o bloque macizo. Son muy rígidos, lo que proporcionan mucha estabilidad para la escalada en hielo, pero son muy incómodos en trekking con poco desnivel ya que no permiten que la bota se moldee al paso del pie. Se recomienda usarlos en botas rígidas para evitar doblarlos y partirlos.

Crampones rígidos (Raveltik Spider)

Crampones rígidos (Raveltik Spider)

  • Crampones técnicos

Son crampones integrados en las propias botas, para actividades muy exigentes. Aún están en experimentación.

Crampones técnicos (Stubai)

Crampones técnicos (Stubai)

 

La fijación del crampón

  • Correas

Es el sistema de fijación más antiguo y el más polivalente, ya que permite ajustar el crampón a casi cualquier tipo de botas. Consiste en una cinta que desde la parte posterior del crampón pasa a la parte delantera a través de una anilla, vuelve a la parte posterior y, finalmente, rodea el tobillo (conocido como sistema escocés, ya que existen otros tipos de disposición de correas). De esta manera se consigue fijar el crampón a la parte inferior de las botas.

El inconveniente de este sistema es que la fijación es engorrosa, y que ésta no es tan firme como en el resto de fijaciones, lo que puede hacer que el crampón se desplace en mitad de la travesía.

Las correas de nailon recubiertas de neopreno son resistentes y no absorben el agua. Las de nailon pueden acumular nieve y, por tanto, congelarse. Las de cuero pueden llegar a pudrirse y romperse al mojarse.

Están más orientados a pequeños trekkings y ascensiones poco técnicas.

Crampones de correas (Black Diamond Contact Strap)

Crampones de correas (Black Diamond Contact Strap)

  • Semiautomáticos

Estos crampones constan de una talonera que muerde la bota y los fija, y una punta de plástico similar a la que encontramos en los de correas. Poseen muchas más prestaciones que los de correas y son más cómodos de colocar.

Se pueden utilizar tanto en botas rígidas como semirígidas, pero el inconveniente es que las botas deben venir preparadas para ello, es decir, no se pueden utilizar en botas que no posean la parte posterior de la suela cramponable, ya que se podrían salir.

Si tenéis dudas con vuestras botas podéis leer el artículo Cómo elegir tu calzado de montaña.

Los podemos utilizar en trekkings técnicos y en escalada en hielo no muy exigente.

Crampones semiautomáticos (Grivel G14 New Matic)

Crampones semiautomáticos (Grivel G14 New Matic)

  • Automáticos

Estos crampones constan de una talonera, al igual que los crampones semiautomáticos, y en la punta de una barra metálica. Son los más cómodos y rápidos de colocar, además de ser los que se fijan más firmemente a la bota. También se pueden utilizar en botas rígidas y semirígidas, pero deben venir preparadas para este tipo de crampones, con un refuerzo en la suela en su parte delantera y posterior. Nunca usar este tipo de crampones en botas no cramponables, ya que se podrían salir. Si tenéis dudas con vuestras botas podéis leer el artículo Cómo elegir tu calzado de montaña.

Cada fabricante varía el diseño de la barra metálica delantera, así que lo mejor es probar el crampón con la misma bota en la que los vayamos a utilizar, ya que puede que no ajuste correctamente en todos los tipos de botas.

Suelen traer alguna correa adicional para evitar perderlos en caso que salten de la bota.

Los podemos utilizar en trekkings técnicos y en escalada en hielo.

Crampones automáticos (Salewa Aguille Step-in)

Crampones automáticos (Salewa Aguille Step-in)

Crampones automáticos colocados en las botas

Crampones automáticos colocados en las botas

 

Los antibots

Los antibots, también conocidos como ABS o antisnow, son pequeñas piezas de plástico o látex que se insertan en la parte inferior del crampón para evitar que la nieve quede adherida al mismo y se formen los conocidos zuecos de nieve. Su superficie puede ser lisa o con relieves, para facilitar la caída de la nieve.

Su fijación puede ser por remaches, pestañas o anillas y quedar lo más fijo al crampón para que no nos moleste al caminar.

La mayoría de crampones suelen incorporar los antibots, incluso venderlos por separado como repuesto, pero los modelos más baratos pueden carecer de ellos.

Antibots para el crampón Black Diamond Serac

Antibots para el crampón Black Diamond Serac

Crampones con zuecos de nieves

Crampones con zuecos de nieve

 

Tipos de materiales del esqueleto y las puntas

Los dos principales materiales que se utilizan en la construcción de crampones son los siguientes, aunque podemos encontrar más dependiendo del fabricante.

  • Acero

Es el material más usado, por ser el más duro y resistente, ya que tiende a doblarse antes que a partirse. Para aumentar su resistencia se le añaden otros materiales como cromo, molibdeno o níquel. En contra tiene que es más pesado. Podemos encontrarlo en acero forjado y en acero inoxidable. El primero suele tener algún tratamiento de pintura antioxidante. Necesitan un gran cuidado.

  • Aluminio

Es un material más ligero, aunque también con gran dureza e inoxidable, aunque menos que el acero. Su problema es que ante un esfuerzo grande, tienden a romperse antes que a doblarse. Se usan, por tanto, a un plano no muy técnico y en terrenos no muy exigentes, para aprovechar su mínimo peso.

 

Ajuste de la bota y el crampón

Con crampones de correas, tenemos que conseguir que tanto la puntera como el talón se adapten perfectamente al crampón. Éste debe quedar lo más ajustado posible sin que apenas se mueva, con la suela de la bota bien unida a la base del crampón.

En estas fotografías observamos unos crampones mal colocados.

Crampón con puntera escasa

La puntera se sale del crampón (Fotografía de encorda2.com)

La puntera no se adapta a la bota

La puntera no se adapta a la bota (Fotografía de encorda2.com)

Con crampones automáticos, debemos conseguir que el arco de acero del crampón esté al completo sobre la rebaba de plástico de la puntera de la bota. En caso contrario no se estaría aplicando la fuerza suficiente y el crampón podría saltar.

 

Resumen

Recomendamos que cuando vayáis a la tienda a comprar los crampones, lo hagáis con las botas en las que los váis a utilizar, para elegir los que mejor se adapten. Aunque con las compras por Internet esto es algo difícil, pero que deberemos tener en cuenta que no siempre un crampón sirve perfectamente para cualquier bota.

Si vamos a realizar pequeños trekkings por media montaña con la posiblidad de encontrarnos ocasionales neveros de nieve, podremos elegir unos crampones de correas, ligeros de 6, 8 o 10 puntas, con puntas delanteras planas, para transportarlos fácilmente y adecuarlos a cualquier tipo de bota.

Si vamos a realizar trekkings en laderas con acusado desnivel o corredores de nieve, deberíamos elegir unos crampones de 12 puntas, con puntas planas o en sierra, preferiblemente semiautomáticos o automáticos, aunque unos buenos de correas podrían servirnos.

Si vamos a realizar escalada en hielo deberíamos decantarnos por unos semiautomáticos o automáticos de 11 o 12 puntas, con puntas delanteras en sierra y lo más resistentes posibles.

Aunque esto podría ser lo teóricamente recomendable, la experiencia de cada uno y la dificultad técnica de la ruta que vaya a realizar siempre va a determinar el mejor tipo de crampones que se van a necesitar para afrontar el reto en las mejores condiciones.

Podéis ayudarnos a modificar y completar este artículo con vuestros comentarios y experiencias.

Hola! esta super buena la guia, pero la foto con titulo "Crampones automáticos colocados en las botas" es un claro ejemplo de ERROR usando crampones automaticos en botas que ni siquiera están preparadas para semi!

Ojalá lo puedas corregir.

hola! está super completo éste artículo!

a mi me gustaría que "aristasur" hiciera conmigo una web SOLO sobre -crampones- y añadieramos información sólo de ello.

tengo el dominio: www.crampones.com y no tiene nada relevante todavía, estoy trabajando en ello.

quiero compatir el proyecto con vosotros! aristasur!

Para la ascensión al Mont Blanc (4810 m) por la ruta normal de Goûter a finales de este mes de agosto, ¿qué tipo de crampones serían más idóneos? ¿Los automáticos o los semiautomáticos? Por lo que he leído en tu artículo el número de puntas del crampón sería de 12, ¿verdad?

Gracias y un cordial saludo.

Hola Pablo,

La elección de los crampones va a depender de las botas que tengas. Algunas permiten crampones automáticos y otras semiautomáticos, pero si las botas no son cramponables sólo podrás elegir unos crampones de correas.

Para el Mont Blanc con los de correas podrás subir, siempre que las botas sean buenas ya que pasarás muchas horas sobre la nieve, y por supuesto con unos crampones automáticos o semiautomáticos siempre vas a ir más seguro.

Saludos.